Hace ya casi dos años impartía mi primer curso de formación de árbitros,en total había 12 personas en el curso,5 chicas y 7 chicos. A muchos seguro que os sorprende el número y además que hubiera tantas chicas,a mi además me sorprendió las ganas que tenían de baloncesto.
Una de esas chicas había jugada durante cierto tiempo a baloncesto en un equipo de categoría federada y para no perder todo el contacto con el baloncesto había decidido hacerse árbitro.
El primer partido de todos esos árbitros fue conmigo,o casi todos,porque uno de ellos nunca llego a debutar,le pudo el factor miedo...
Y recuerdo el primer partido de esta chica,como un auténtico caos de partido,hacía tiempo que no veía un partido tan desastre,no sólo por lo que paso en la cancha,sino porque de las dos oficiales de mesa que nos pusieron una era su acérrima enemiga desde hacia tiempo (casualidades de la vida),el partido lo cambiaron de pabellón sin avisar a los árbitros,además para rematar lo cambiaron también de hora y para colmo se fueron a jugar al pabellón de un colegio donde todo el público estaba encima de la cancha y los entrenadores no colaboraban demasiado,apuntar que no llegaron a las manos porque varios espectadores se colocaron por medio y consiguieron zanjar lo que se proveía como un desigualado combate de boxeo.
A todo esto el partido era amistoso entre dos clubes de distinta categoría y distinta provincia,lo que hacia que tuviera aun menos sentido la batalla campal que hubo en aquel partido,entre entrenadores,jugadoras y público....algo tremendo.
El resultado del partido y todo lo que allí pasó fue lo de menos,lo peor fue que una chica con ilusión y ganas de descubrir el mundo del baloncesto desde un traje de arbitro se fue de allí con la intención de no volver a arbitrar más y así fue,pocos días después se fue y nunca más volvió y ninguno de mis intentos por hacerla cambiar de opinión sirvió de nada,todavía hoy en día se lo recuerdo y se ríe sin la menor intención de volver...
Una de esas chicas había jugada durante cierto tiempo a baloncesto en un equipo de categoría federada y para no perder todo el contacto con el baloncesto había decidido hacerse árbitro.
El primer partido de todos esos árbitros fue conmigo,o casi todos,porque uno de ellos nunca llego a debutar,le pudo el factor miedo...
Y recuerdo el primer partido de esta chica,como un auténtico caos de partido,hacía tiempo que no veía un partido tan desastre,no sólo por lo que paso en la cancha,sino porque de las dos oficiales de mesa que nos pusieron una era su acérrima enemiga desde hacia tiempo (casualidades de la vida),el partido lo cambiaron de pabellón sin avisar a los árbitros,además para rematar lo cambiaron también de hora y para colmo se fueron a jugar al pabellón de un colegio donde todo el público estaba encima de la cancha y los entrenadores no colaboraban demasiado,apuntar que no llegaron a las manos porque varios espectadores se colocaron por medio y consiguieron zanjar lo que se proveía como un desigualado combate de boxeo.
A todo esto el partido era amistoso entre dos clubes de distinta categoría y distinta provincia,lo que hacia que tuviera aun menos sentido la batalla campal que hubo en aquel partido,entre entrenadores,jugadoras y público....algo tremendo.
El resultado del partido y todo lo que allí pasó fue lo de menos,lo peor fue que una chica con ilusión y ganas de descubrir el mundo del baloncesto desde un traje de arbitro se fue de allí con la intención de no volver a arbitrar más y así fue,pocos días después se fue y nunca más volvió y ninguno de mis intentos por hacerla cambiar de opinión sirvió de nada,todavía hoy en día se lo recuerdo y se ríe sin la menor intención de volver...
Los entrenadores tenemos gran parte de resposabilidad en estas cosas y no somos capaces, en ocasiones, de detener esa tensión innecesaria que se genera en la pista y el entorno.
ResponderEliminarSupongo que se te queda la misma sensacion que cuando un jugador te dice que no va a volver a jugar porque ya no le gusta, ha cogido miedo o le has dado una bronca y se va enfadado. A mi, particularmente, eso me mata.
Es una lástima que se produzcan acontecimientos de este tipo que provoquen el desenganche de los jóvenes al arbritraje.
ResponderEliminarSaludos
Situaciones como éstas se producen de cuando en cuando y la responsabilidad es de aquellos clubes que lo toleran sin tomar iniciativas para erradicarlas de raíz. Es duro para un novato (y para el no tan novato) pasarlas el primer año y no digamos el primer partido, pero ésto, por desgracia, forma parte de nuestra labor. Habiendo jugado esta chica en competición federada quizas se supone que debería estar más preparada mentalmente para la presión que suele haber en los partidos. No obstante en el caso que apuntas si hubo tales enfrentamientos, ¿no hubiera sido preferible suspender el partido, más siendo amistoso, e incluso avisar a las autoridades?
ResponderEliminarLa gente no consigue entender para que valen las categorias de formacion. No es solo para ganar, sino para que tanto arbitros como jugadores mejoren. La mayoria de la gente no va a llegar a la elite ni como jugador ni como arbitro por lo que, lamentablemente, solo queda disfrutar de la experiencia. Si a las personas que participan en estas cosas las torturas con batallas campales, insultos y demas, lo unico que consigues es que el nivel de captacion de arbitros cada dia sea menor. En mi comunidad la gran mayoria de los que empiezan son jugadores y los que no lo son, o bien no acaban el cursillo o lo dejan tras su primera mala experiencia.
ResponderEliminarEs triste, pero muy cierto esto que cuentas. Hay que estar hechos de otra pasta o curtidos en mil batallas para meterse a esto...y ya vamos quedando menos...