lunes, 8 de febrero de 2010

Anecdotario,página 1

Hace cuatro temporadas acudí a Cádiz al Campeonato de España Alevín e Infantil,fue un campeonato del que podría contar cientos de anécdotas casi todas graciosas y hasta alguna subrealista pero hay una que sobre manera me llama y me llamó la atención.Nunca he tenido un partido tan largo,tan sufrido y tan trabajoso.

Llevábamos ya dos jornadas de campeonato y en la primera jornada había pitado a Melilla alevín que perdió de una diferencia salvaje y en la segunda creo recordar que había pitado un Cantabria-La Rioja,os podéis hacer una idea...
Ya un poco resignado,porque no era normal pitar dos partidos malos seguidos me encontré con que en la tercera jornada estaba designado para un Andalucía-Madrid alevín femenino a las 12:30 de la mañana,que para muchos era la final anticipada del campeonato y que decidiría la suerte del grupo,además de que se jugaría en un pabellón enorme y en el que suponía que habría mucha gente después de lo visto en los demás partidos.

Del partido recuerdo que el pabellón estaba abarrotado,no cogía un alma más,hacía un calor que según accedimos a la pista veinte minutos antes yo ya chorreaba de sudor y para colmo el partido tenía un ritmo inicial tremendo,de una canasta a otra sin descanso,para alivio de casi todo el mundo rápidamente ese ritmo se acabo,el partido se volvió lento,trabado y con continuas interrupciones de la mesa,deciros que cuando llegó el descanso ya rozábamos la hora y media de partido.
La segunda parte siguió la misma tónica de lentitud que la primera y mis gemelos empezaban a tener calambres y el calor era ya sofocante,pero parecía que el partido ya tenía dueño,creo recordar que Madrid llegó a tener rentas superiores a los diez puntos y nos quedaba poco tiempo en la cancha.

Pronto me di cuenta de que aquel partido no estaba acabado,Andalucía comenzó a remontar y con un triple desde el medio del campo,casi a la desesperada,llevó el partido a la próroga,en la primera de ellas,andaba ya justo de fuerzas,uno que no está acostumbrado a tantísimo calor;en la segunda que forzó Madrid con una buena jugada de pizarra (aquel entrenador de aquella selección dirige hoy un buen equipo de categoría nacional) ya andaba yo que me arrastraba,pero en la tercera que volvió a forzar Madrid tirando de pizarra ya no podía más,hubo que parar el partido dos veces porque las jugadoras ya casi no tenían fuerzas,ni las jugadoras ni los árbitros,ni casi nadie. El partido al final se decididó por el cansancio y ganó Madrid,tal vez merecidamente pero después de casi cuatro horas de partido nadie merecía perder.

Recuerdo que llegamos al hotel a las 17:00 a comer,nadie nos quería servir la comida hasta que le explicamos al director del restaurante lo que nos había pasado,pienso que le dimos pena y nos preparo un filete con patatas y huevos que después de aquel partido nos debió de saber a gloria...


Espero que os haya gustado una de las muchas anécdotas que tengo y que iré contando poco a poco y espero alguna opinión o que contéis alguna anecdota vuestra de algún partido.


La imagen es en elAeropuerto de Jerez de la frontera,el día de vuelta,a las 6 de la mañana con la Copa que ganó Asturias alevín masculino.


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